Si la innovación es la palabra de orden, la co-creación es la clave para el crecimiento y la adaptación de las corporaciones a la nueva realidad tecnológica. Aliada con la experiencia sinestésica (SX) y con los saltos evolutivos en software (SW), esta filosofía colaborativa está reformulando la manera en que humanos y tecnología interactúan, influyendo tanto en los modelos de negocio como en nuestra percepción e interacción con el entorno.
Cuando hablamos de co-creación, el primer ejemplo que viene a la mente es el de empresas y consumidores creando valor conjuntamente, un proceso que optimiza los productos y servicios ofrecidos, enriquece la experiencia del usuario y crea una relación más profunda y significativa entre consumidor y marca. En la práctica, esta es una forma común de anticipar las necesidades y deseos del consumidor, promoviendo una innovación más alineada con las expectativas del mercado.
Pero, ¿y en el ámbito tecnológico? En este caso, nos referimos a la co-creación necesaria entre humanos y máquinas. Se trata de explorar el máximo potencial del trabajo creativo para generar valor, distinción y exclusividad. Y, como se sabe, es la diferenciación la que, al final, define el éxito o el fracaso de una organización a largo plazo.
¿Por qué importa la co-creación?
La Inteligencia Artificial (IA) ha cambiado el comportamiento de las personas. Tareas repetitivas y de bajo valor que consumían horas de trabajo pueden ser realizadas automáticamente por una aplicación, lo cual genera numerosas dudas, entre ellas: ¿la máquina reemplazará a las personas?
La co-creación es la respuesta a esta pregunta. Más que reemplazar al ser humano, la tecnología surge para apoyar y crear juntos, co-crear (obtenga más información sobre co-creación en este artículo de AP).
Según Edney “Interney” Souza, profesor, conferencista y asesor en Innovación y Marketing Digital, “la IA presenta una oportunidad para codificar el conocimiento, actuando como una “segunda mente” que extiende la capacidad cognitiva humana. Esta extensión digital del intelecto humano no solo mejora la toma de decisiones y la resolución de problemas, sino que también democratiza el acceso al conocimiento especializado, haciendo que la experiencia sea más accesible en todos los niveles de la organización.”
Al igual que en otros períodos de disrupción productiva, es necesario saber convivir con el nuevo potencial tecnológico para que estos avances permitan desbloquear y potenciar la capacidad humana. Algo es seguro, el futuro se basará en el avance conjunto entre innovación y seres humanos.
Co-creación y experiencia sinestésica
Aunque la co-creación puede ser un término nuevo, probablemente has escuchado hablar de la sinestesia. Del griego, significa “unión de sensaciones”. La sinestesia es ampliamente conocida como un trastorno neurológico que afecta a aproximadamente el 3,7% de la población mundial. A diferencia de lo ordinario, una persona sinestésica percibe las sensaciones de manera diferente y mezclada. La visión, el oído y el tacto humanos, por ejemplo, están relacionados neurológicamente de manera sinestésica.
Y la innovación nos está permitiendo explorar los sentidos y llegar más lejos. La experiencia sinestésica (SX), en este sentido, busca la sinergia entre visión, audición, tacto e incluso olfato y gusto, cuando es posible, para transformar la interacción con la tecnología en algo más humano e intuitivo.
Si entendemos que toda interacción humana es multisensorial, es hora de replicar al máximo esta experiencia en la creación de interfaces más intuitivas y humanizadas. En este sentido, el diseño de productos y servicios digitales asume una nueva dimensión, yendo más allá de la experiencia visual y utilizando la SX para crear productos que son verdaderos diferenciadores competitivos.
En un mundo cada vez más digital, la capacidad de proporcionar experiencias ricas y sinestésicas se destaca como una ventaja estratégica. Y es ahí donde la co-creación cobra aún más relevancia.
Reinventar, innovar y resignificar
Los días del dicho "una imagen vale más que mil palabras" están contados, y el desarrollo de software en el contexto de la co-creación y la SX refleja una nueva era para los modelos de negocio. La personalización, la experiencia del usuario y la innovación continua son los nuevos pilares para la diferenciación en el mercado, pero siempre con el ser humano en el centro de la estrategia.
Al priorizar el design thinking, junto con la adopción de metodologías ágiles, destacamos la importancia de cultivar empatía y fomentar la colaboración en el desarrollo de soluciones innovadoras. Este enfoque, que coloca al ser humano en el centro del proceso creativo, asegura que los productos y servicios no solo cumplan sino que, idealmente, superen las expectativas, generando valor auténtico y duradero.
Por supuesto, incorporar la co-creación y la experiencia sinestésica en el ámbito corporativo sigue siendo un gran desafío. Pero esto no disminuye la importancia de estos pilares fundamentales para la innovación en el contexto empresarial de la era digital. Alinear habilidades humanas con las posibilidades tecnológicas contribuye a una transformación social positiva, promoviendo un desarrollo sostenible y adaptándose a los nuevos paradigmas tecnológicos, es decir, preparándose para el futuro.
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Profesional con más de 20 años de experiencia en el desarrollo de productos e innovación. Luciana ha trabajado en grandes empresas como CI&T, Coca-Cola Company y Accenture.
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